miércoles, 15 de octubre de 2008

La poesía de Juan Félix Cortés

El siguiente es un fragmento de la investigación por parte de los estudiantes de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura: Jorge Cortez Sifuentes, Andrea Kcomt Correa, Antonella Tassara Nuñez y Evelyn Neyra León para el curso de Literatura Regional:


En buena cuenta, la poesía de Juan Félix Cortes es también una suerte del panteísmo, porque en cualquier elemento de la creación divina y de la existencia: Encuentra un hecho o motivo para la relación de la verdad y al mismo tiempo, para la denuncia, protestas, anhelos de amor, justicia y libertad.

En lo formal, la poesía de Juan Félix Cortes discurre dinámica, indetenible e impetuosa, a través de enunciados en versos continuos de sucesivos encabalgamientos sin pausas ni intermitencias pero también de constantes cambios de planos y perspectivas de manera que hay un cercano parentesco con el “caoticismo literario” de evidente trasgresión o falta de lógica.

Su estilo es coloquial, convencional, confesional, y testimonial correspondiente al enfoque personal del poeta. Pero el hecho de que sea personal no significa dejar de lado a los demás hombres, por lo que su concepción resulta siendo también impersonal, o sea de todos los hombres en general y de ninguno en particular.

Su mejor obra de la década del setenta es el “Diario es el vivir”, de la década de los ochenta es “El OVNI y la Televisión”, de la década de los noventa “El Hombre Solar” y de ésta última década “La Noche de las Especies”.

“Diario es el Vivir” pretende constituirse en un libro importante, como es el deseo de todos aquellos que publican su quinto o sexto libro en su difícil vida de escritor; Es la presentación de una exploración del artista, del compromiso frente a su realidad, de la entrega de un hombre como todos que, se diferencia en que escribe y expresa en poesía, la bondad de la vida, la maldad del sistema, los conflictos y esa visible paz que se avizora tenuemente en el diario vivir.

Extenso, ágil, de fina factura para una lectura desbordante; Alcanza nuevas adquisiciones en el estilo y pensamiento de Cortés, de quien nada singulariza tanto que la incesante elaboración de nuevos campos poéticos de impetuosos movimientos. Este libro pertenece a la atracción del drama peruano, de su gente que vive a la aventura. El poeta ha sabido, como lo ha hecho hasta en sus obras primigenias, entregarnos un libro de lomo hermoso y sin reservas. Emparentado tanto con el quehacer periodístico, esta actividad suele estar presente mediante la crónica rotundidad, pasión, deliquio estético.

A través de “El OVNI y la televisión”, traduce una rica prosa poética la dualidad social de estos aparatos cibernéticos. El autor ha tenido la audacia de combinar en la palabra poética, el producto de la técnica con la problemática social imperante en las sociedades dependientes. De la obra, por ahora no interesa averiguar sobre las técnicas literarias de su elaboración. Lo que nos importa, que el poeta cala una realidad inmediata, la realidad de la vida misma, nos entrega en su prosa poética el sentir de una realidad cruda de la cual somos victimas. Refleja la verdad de la vida cotidiana pero original.

La esencia dialéctica de la poesía no pertenece a la esfera puramente estética, sino que, es parte consustancial de la dialéctica en desarrollo. En este río caudaloso de sensibilidad, Cortés, no resiste la resignación tampoco la contemplación mística.

Por el estilo de expresión coloquial y la autenticidad realista lo eleva a nivel de hallazgo personal. El autor se vale de ideas asociadas para construir su poesía temática y da muestras de sutil ironía y llena de armonía.

La sencillez del ideal estético, de Juan Félix, dista mucho de ser simple si la consideramos tomado como fondo los acontecimientos sociales de la época.

Juan Félix Cortés Espinosa, es uno de los más distinguidos promotores del arte, la cultura y la literatura en el norte del Perú. Tenaz, perseverante, prolífico e intenso creador, su actividad literaria discurre especialmente entre la narración, la poesía, el ensayo y el periodismo cultural. Hoy ha vuelto a la poesía a través de “La Noche de las Especies”. Siendo una poesía diferente, siendo la mayor parte explícita y directa. La de ahora es compleja, trascendente, casi hermética, pues no permite identificar con facilidad el referente que lo inspira, del que parte o al que se remite el autor. Una poesía que no se resuelve en la inspiración pura ni en la expresión sentimental o afectiva. Una poesía más de pensamiento e ideas que de latidos e impulsos interiores; más cerebro que corazón; más épica que lírica.

En la actitud del autor, se cree encontrar una evidente recusación del convencionalismo político, porque se aparte de la tradición para producir una poesía constituida en opción alternativa o propuesta para superar el caos, y contribuir a la reconstrucción de la sociedad, el mundo y la realidad, tal actitud parece calzar perfectamente con el asunto de la evasión como una de las funciones primordiales de la literatura. Su evasión no es fuga o escape, sino una actitud transitoria porque el poeta vuelve a la realidad y se enfrenta decididamente a ella para intentar recrearla, transformarla, superarla y desarrollarla, con una perspectiva que le permite mostrarnos amplios sectores no iluminados o ignorados por otras actividades humanas como la política, la ciencia o la religión.